Cacho
Leuciscus idus (L.)
Otro nombre: Cachuelo
Familia: Piscardos y carpas – Cyprinidae
Especies similares: aspio, escalo, gardí, leucisco, rutilo, vimba
Tamaño: 25–50 cm, 0,5–1,5 kg, rara vez pesa más de 2 kg, máximo 5 kg.
Aspecto: Es un pez de complexión robusta, bastante gordo pero no tiene un cuerpo especialmente grande. Pedúnculo caudal grueso. El cacho es un pez de crecimiento rápido, a menudo más grande que muchos otros miembros de la familia de las carpas. Se diferencia del escalo por su cabeza roma, más redondeada, su aleta anal cóncava y sus escamas más pequeñas. El número de escamas a lo largo de la línea lateral (53-61) diferencian al cacho del rutilo, el gardí y el leucisco. Las escamas de la vimba y el aspio son casi tan pequeñas o incluso más pequeñas, pero ambas especies tienen una aleta anal mucho más larga que la del cacho (menos de 14 rayos). La vimba y el aspio también tienen una cabeza más larga y más puntiaguda.
Coloración: Los cachos pequeños tienen el dorso oscuro y flancos plateados. El ojo es amarillo. Lado inferior de las aletas de color rojizo. Los peces más grandes adquieren un brillo dorado a lo largo de los flancos.
Reproducción: Desova en agua poco profunda poco después de que el hielo se ha derretido. A menudo remonta ríos y arroyos, pero también desova en partes poco profundas de lagos y ensenadas. El desove generalmente dura 3-4 días y está acompañado de gran alboroto.
Alimentación: Invertebrados bentónicos y vegetación. Los cachos más grandes también comen peces pequeños.
Distribución y hábitat: Se encuentra en aguas dulces en toda Finlandia, tan al norte como en la región sur de Laponia. Habita en lagos grandes, pero también en ríos y arroyos. Es común en el mar apartado de la costa sur y suroeste. Frecuenta estuarios de rios en el Golfo de Botnia. Los cachos más pequeños tienden a unirse a bancos de peces de otros ciprínidos, pero los peces más grandes se desplazan en grupos más pequeños a lo largo de lo que se cree que son rutas regulares. Prefiere el agua clara y cálida, pero es menos tolerante a la eutroficación que otros ciprínidos. Como es una especie que busca agua corriente para desovar, el cacho ha sufrido debido a las obstrucciones creadas por el hombre.